El golfista estadounidense de 29 años obtiene su primer major dejando atrás a grandes candidatos como Fowler y McIlroy. Jon Rahm terminó décimo
El Abierto de Estados Unidos coronó el pasado fin de semana en Los Ángeles a Wyndham Clark, estadounidense de 29 años que se estrenó en lo más alto de un major. En un final apretadísimo, con unos últimos hoyos en los que pudo ocurrir de todo, Clark obtuvo una tarjeta en el par en el día para vencer con un global de -10, un golpe de ventaja sobre Rory McIlroy y tres sobre Scottie Scheffler, que también igualaron con el campo en la última jornada. Detrás del vencedor y de los dos gigantes, con -6 asomaron Cameron Smith y Rickie Fowler, que se hundió con +4 en el domingo cuando estaba a las puertas de su mayor éxito.
Clark, hasta el US Open, solo había celebrado una victoria profesional, y fue hace 40 días en el Wells Fargo, y apenas había disputado seis majors: no pasó el corte en cuatro y en las otras dos ocasiones fue 75º y 76º. En Los Ángeles resistió a la presión de obtener el título más importante de su carrera y de disputársela nada menos que frente a Fowler, McIlroy y Scheffler, tres estrellas mundiales.
El joven hizo buena la receta del par en la última ronda del US Open pese a dos bogeys en los hoyos 15 y el 16 que dieron lugar a las dudas cuando se acercaba a la orilla. Clark aguantó en los dos últimos hoyos y con dos putts en el 18 con todos los ojos puestos en él cerró su primer grande.
El triunfo fue dedicado a su madre, fallecida hace 10 años por un cáncer de mama, quien le inició en el golf y cuyo recuerdo le ha motivado en los peores momentos para continuar en el deporte. La magnitud del título no solo se mide por tratarse de un US Open, sino por los rivales que dejó por el camino.
